¿Qué es la retención del IRPF?
La retención del IRPF es una cantidad que se detrae al contribuyente por el pagador de determinadas rentas, en determinados casos, para ingresarlas en la Agencia Tributaria (AEAT) como si fuera un anticipo de la cuota del IRPF que el contribuyente ha de pagar.
Si eres un trabajador autónomo y ejerces una actividad profesional tienes que incluir retenciones en tus facturas. Eso significa que el pagador te pagará menos porque te retendrá el IRPF que estará obligado a pagar a Hacienda. Realmente es como si el pagador actuara como intermediario y recaudara esa cantidad en concepto del IRPF y se encargara de ingresarla en la AEAT por ti.
Es decir, es como si tú adelantaras ese pago a la Agencia Tributaria (a través del pagador de tu factura) como anticipo del pago de la cuota del IRPF (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas).
Retención del IRPF y autónomos
Los trabajadores autónomos que ejercen actividades profesionales tienen que emitir sus facturas con la retención del IRPF correspondiente siempre que facturen a clientes que sean empresarios (no particulares). También los autónomos que ejercen actividades agrícolas, ganaderas y forestales, así como algunas actividades en módulos. Es decir, en estos casos sus ingresos están sujetos a retención por parte del pagador.
Cabe destacar también que si el 70% del total de sus ingresos están sujetos a retención, los autónomos no tienen que presentar la declaración trimestral del pago fraccionado de IRPF o modelo 130.
Autónomos que ejercen actividades profesionales: son aquellos que llevan a cabo su actividad mediante su conocimiento y su experiencia profesional de manera individual. Sus recursos son sus conocimientos y no cuenta con organización de empresa. Tienen una titulación que acredita que pueden ejercer esa actividad. Ejemplos: abogados, arquitectos, notarios, ingenieros, procuradores, peritos, escultores, etc.
El tipo de retención general a aplicar es del 15%, aunque es posible aplicar un tipo reducido en determinados casos.
Retención reducida 7% IRPF
En el caso de nuevos autónomos que ejerzan actividades profesionales, es posible aplicar la retención reducida del 7%. Para otras actividades (agrícolas, ganaderas, etc.), existen otros tipos de retención.
¿Quieres saber durante cuánto tiempo se puede aplicar esta retención reducida del 7% IRPF? Durante el año de inicio de la actividad y los dos siguientes.
Eso no significa que sea obligatorio aplicar este tipo reducido del 7% de retención del IRPF, sino que se prevé la posibilidad de hacerlo en el caso de los nuevos autónomos.
Los autónomos dados de alta en actividades empresariales, que son aquellas incluidas en la sección primera del Impuesto de Actividades Económicas (IAE), no deben practicar retenciones en sus facturas.
Así, las siguientes cuestiones a plantearse serían cuáles son los requisitos para acogerse al tipo reducido de retención. También cuáles son las ventajas e inconvenientes de hacerlo.
Requisitos para aplicar el 7% de retención
Para que puedas aplicar el 7% de retención del IRPF en tus facturas, tienes que cumplir los siguientes requisitos:
- No haber ejercido ninguna actividad profesional en los doce meses anteriores.
- Comunicar a tus clientes que vas a aplicar la retención reducida del 7% por iniciar una actividad profesional. En la comunicación debes informar a tus clientes sobre la fecha de alta en la actividad y también el tiempo que tienes previsto que se aplique la retención reducida. Tus clientes son los obligados ante la AEAT a retener, así que es importante que les informes si vas a optar por la retención del 7%. Posteriormente, cuando presenten las declaraciones trimestrales, ingresarán las retenciones en Hacienda mediante el modelo 111.
Ventajas de la retención reducida
Obviamente, al aplicar la retención del 7% en lugar del 15% en tus facturas, recibirás más ingresos, por lo que contarás con más liquidez.
Es decir, la cantidad a restar en concepto de IRPF de la base imponible de la factura será inferior aplicando un 7% que aplicando un 15% de retención. Por lo tanto, el importe total de la factura será mayor y cobrarás más.
Inconvenientes de la retención reducida
Si aplicas la retención reducida del 7% del IRPF, anticiparás menos a la Agencia Tributaria y, por lo tanto, cuando presentes la Declaración de la Renta anual, te tocará pagar más. Por lo tanto, debes tenerlo en cuenta para valorar si te interesa aplicar la retención general del 15% o la reducida del 7%.
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